Generalmente tenemos un conocimiento más habitual de las cuatro Fases Primordiales de la Luna como son: Luna Llena, Nueva, Cuarto Creciente y Menguante. Sin embargo, existen otras cuatro fases menos comunes pero no menos importantes, que se encuentran intercaladas entre las primordiales que configuran semicuadraturas al sol.
Las fases menos comunes son: Creciente (entre nueva y cuarto creciente), Balsámica (entre menguante y nueva), Diseminadora (entre llena y menguante), Gibosa (entre cuarto creciente y llena).
Nuestro organismo experimenta cambios de ciclo tanto físicos como psíquicos y tiene más receptividad, voluntad, presión o debilidad dependiendo de la fase de la Luna en la que nos encontramos.
Cuando la Luna está Llena o plenilunio nuestro cuerpo físicamente se encuentra más presionado y psíquicamente más distanciado por tanto, tendremos más dificultad para eliminar líquidos, deberemos prestar mucha atención a la alimentación y cuidar especialmente nuestros nervios, así como controlar especialmente todo lo referente a nuestras emociones.
Cuando la Luna está en Cuarto Creciente nuestro cuerpo está más preparado para propagar y difundir energías y recobrar vigor, resulta mucho más rápido reponernos de cualquier carencia física, estado anímico, en definitiva es un momento ideal para reforzarnos.
En Fase de Luna Cuarto Creciente es ideal para iniciar cambios que deseemos se realicen con más rapidez. Momento muy adecuado para tratamientos de belleza.
Cuando la Luna está Menguante es una buena oportunidad para que eliminemos absolutamente todo aquello que no queremos.
En Fase de Luna Menguante resulta una excelente ocasión para quitar peso físico o psíquico, expulsar todo lo que sobre y realizarnos una limpieza de energías negativas.
En Fase de Luna Llena no debemos tener muy en cuenta los problemas pasajeros, utilizar el ingenio y la ironía será un buen aliado. Evitar iniciar cualquier terapia alternativa y dietas alimenticias que su fin sea el adelgazamiento. Maravillosa fase si deseas un embarazo.
Cuando la Luna está Nueva o Novilunio es el momento de un nuevo ciclo, debemos iniciar todo proyecto que tengamos buena intención de que se lleve a la práctica.
En fase de Luna Nueva es la mejor situación del ciclo lunar para emprender acciones que requieran calma y sosiego. Momento decisivo para deshacernos de malos hábitos, manifestar un interés y pedir deseos.
Cuando la Luna está Creciente (entre nueva y cuarto creciente), circunstancia perfecta para sustituir las debilidades y sacar la positividad.
Cuando la Luna está Balsámica (entre menguante y nueva), verificar lo que hemos realizado y no hemos conseguido para empezar de nuevo el proyecto con ideas nuevas. Buena fase para la recuperación y el descanso.
Cuando la Luna está Diseminadora (entre Luna llena y menguante), fecha idónea para relacionarse, colaborar y distribuir afecto y agradecimientos.
Gibosa (entre cuarto creciente y llena), momento para la evolución a nivel personal y aumentar el interés para conseguir el reconocimiento, los ajustes y el mérito trabajado.
Un cariñoso abrazo. Carla
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